MUNDO CONSCIENTE Y SUS RETIROS ENGAÑOSOS

He llegado a conocer el mundo de las redes sociales y me he apuntado con la intención de realizar un retiro espiritual de mindfulness. Durante este retiro, se llevarían a cabo talleres de bienestar, yoga, meditación y biodanza.

Sin embargo, desde el primer día me sentí incómoda. Participé en una sesión de biodanza que me resultó muy íntima y un tanto intensa. A pesar de ello, inicialmente pensé que el problema era mío y que debía cambiar mi perspectiva y abrirme más, siguiendo las instrucciones del monitor.

En el segundo día, los participantes del retiro, incluyéndome a mí, esperábamos tener una sesión de inspiración en lo que yo pensaba que sería una charla o actividades para el desarrollo personal y espiritual. Sin embargo, resultó ser una especie de terapia en grupo donde el monitor exponía a las personas de manera provocativa y tóxica, incitándonos a gritar para liberar la "rabia" y la "culpa". Cuando consideraba que un grito no era suficiente, motivaba a la persona a golpear almohadas en una sala contigua para sacar la rabia y la culpa a través de los golpes.

En ese momento, delante de todos el monito le decía a una señora que no le quería escuchar su historia y sus lágrimas, que le quería escuchar gritar .Todo eso me resultó muy incómodo y violento, y decidí no participar más en estas sesiones. 

Esa noche, asistí a otra sesión de biodanza donde el monitor motivaba a las personas a mirarse intensamente, tocarse y abrazarse en exceso. Todo esto fue demasiado para mí en un solo día, y decidí no seguir participando en el retiro y opté por cambiar al modo ¨vacaciones¨.

No asistí a ninguna otra sesión de la sala ni de biodanza. Aunque quería volver a Madrid, no tenía coche, así que decidí disfrutar de paseos, excursiones y bailes con otras personas que estaban allí, ya que al final resultaron ser muy amables e inocentes.

Sin embargo, comuniqué a todos los monitores mi total desacuerdo con el método utilizado, ya que sentí que me habían vendido algo que no era real. Lo que presencié fue una psicología tóxica, una exploración de personas en un momento muy vulnerable de sus vidas, con un excesivo "love bombing" para hacer que uno se sienta amado en un momento difícil.

Hay un líder allí, a quien llaman "Fundador", que actúa como un gurú. Este individuo se considera a sí mismo como un ser superior y afirma tener la "fórmula para la felicidad". Ofrece sesiones que llama "master class", donde dice cosas que carecen de sentido alguno. Asistí a una de estas sesiones y sentí pena por las personas que no veían las cosas como yo las veía. Este "gurú" hablaba sobre problemas muy serios de las personas presentes, pero sus palabras carecían de coherencia.

Al final de la estancia, te piden una sesión de ¨escucha¨ - dónde te piden un feedback en grupo. Tuve la oportunidad de expresar mi descontento y mi opinión de que no estaba de acuerdo con motivar a personas vulnerables y con serios problemas a sanar a través de gritos y golpes. En ese momento, el "gurú", Alberto, estaba en la misma sala y me escuchó hablar, 

descontenta y sincera. Alberto empezó a provocarme, y preguntaba a los otros: ¨No estáis de acuerdo conmigo, ella tiene una mirada enfada, sí o no ?¨ Haciendo con que la gente le diera la razón. Yo sabía que él me estaba provocando. No le gustó que no me dejara influenciar por sus manipulaciones, y me quedé tranquila. Él lo que hace es manipular a la gente, es un egocéntrico y narcisista.