ADVENTISTAS 2031, EN DIVERSAS LOCALIDADES DE CIUDAD REAL.

RedUNE ha tenido conocimiento de un grupo de personas que realizan diversas actividades en la provincia de Ciudad Real enmarcadas en la difusión de la creencia en  que Jesús volverá en 2031.Este grupo es una desviación de los Adventistas del Séptimo Día. Su origen parte  del líder Víctor Sanvicens que ha desarrollado esta teoría.

Se basan en la cronología del nuevo testamento, con la muerte de Jesús, hasta la generación de hoy.

Veamos:

Muerte de Jesús: Año 31

Nuevo testamento hasta la generación de hoy: 2000

Hacen un énfasis de la duración de 2000 años del Nuevo Testamento hasta más el año de la muerte de Jesús: 2000 + 31= 2031"

Estos impostores actúan en la provincia de Ciudad Real, en diversas localidades y coordinándose con otros parecidos en esta orbita sectaria de Adventistas 2031.

Estas personas mayoritariamente mujeres están convencidas que son elegidas de Dios. Presumen sin reparos tener poderes de curación, al igual que de maldición. Hay  quien provoca desaforadamente  en su proceder de captación a  diversas  personas en plena calle. Si éstas no quieren escuchar sus proclamas les gritan deseándole una enfermedad, concretamente le dice "que te salga un cáncer". 

Estos seguidores de la entidad denominada “el gran engaño” su quehacer es acercarse a cualquier persona, buscando su vulnerabilidad  sabiendo que están enfermas (ellas o algún familiar), personas que han sufrido la pérdida de algún familiar o personas que tienen una situación complicada en su ámbito familiar (drogas/alcoholismo). 

Las instituciones locales y muchos ciudadanos son conscientes de que estas actitudes traspasan las más mínimas reglas de convivencia. Y en algunos casos son personas con auténticos problemas mentales, con el consiguiente perjuicio para sus seguidores, pues actúan inquisitorialmente hacia los mismos y su entorno.

Como charlatanes de “falsa espiritualidad” tienen mucha labia y se exceden constantemente. Difunden el ideario propio de una doctrina intolerante.

Afirman en su delirio que todo lo que conocemos  es  una mentira y que ellos tienen la verdad absoluta. Que todas las religiones son malas excepto la suya.

Según relatos verídicos de personas:

“Una vez que les escuchas y no les rechazas, te avasallan”.

“Te las encuentras en diversos lugares con el propósito claro de captar  a personas”. “Aparecen continuamente por donde sueles ir, te piden quedar para tomar café, para pasear, etc. Te ofrece una amistad y te habla de su Dios bondadoso”.

“Poco a poco se van introduciendo en tus ámbitos familiares y claro saben  de tus propias miserias personales”. Y acaban controlando tu vida y la de tus allegados. Una vez que te han captado dejas todo por seguirles  en su adoctrinamiento.

Nuestros familiares creen todo lo que dicen estas personas totalmente desequilibradas mentalmente: “el mundo se acaba y el que no esté con Dios ira al infierno”. Te  obligan a comprar una biblia y debes leer todos los días lo que te dicen (hasta el punto de tener que estudiártela al detalle más mínimo).

Estas personas, muchas de ellas con necesidades básicas no cubiertas caen en esta red sectaria, en las que acuden a reuniones semanales preparatorias  para seguir captando a otras personas.

Nuestros familiares son constantemente reprochados, hagan lo que hagan. Están dominadas por estas personas sin escrúpulos, que sólo les obligan a predicar,  a compartir vídeos y audios que ellos mismos editan vía  WhatsApp.

Les van alejando de su círculo más cercano. “Si tu familia no está en Dios están contra ti”. “No puedes reunirte con tu familia. No puedes celebrar festividades como Navidad, cumpleaños, etc.”.

Todo lo que signifique estar con gente que no sean ellos está prohibido porque al no estar con Dios estamos con Satanás. Al punto que llegan a decirte: “si miras a los ojos a tu familiar te darás cuenta que son los ojos del diablo”

Rechazan la ciencia. Por tanto, si necesitas ir al médico tienes que pedirles permiso. Prohibidas también las vacunas porque te introducen “un chip” para controlarte. Una autentica locura que está generando muchos conflictos familiares.